jueves, 3 de noviembre de 2011

Instintos sanguinarios

He vuelto del hospital sintiéndome como Robespierre. No sé si debido a que llevo varios días sin quirófano, circunstancia que, por suerte para todos, se subsana mañana, mis instintos más asesinos y sanguinarios han hecho su aparición y, si hubiese podido, habría decapitado con placer a algún paciente. ¡El reinado del Terror hospitalario de Grumpy! Sería estupendo poder instalar una serie de guillotinas en las puertas de las consultas de modo que, cuando los pacientes las abriesen de motu propio, sin haber sido llamados, movidos por la necesidad de preguntar alguna estupidez, les cayese la cuchilla encima y se derramase el serrín que suele llenar sus irrespetuosas cabezas. No concibo cómo nadie puede entrar por las buenas en una consulta médica. ¿Qué ocurriría si fuesen ellas las que, mientras son atendidas por el ginecólogo con las piernas en los estribos, viesen aparecer un imbécil  en la habitación para entregar el papel de cita? ¿O, en el caso de ellos, se encontrasen en el urólogo en pleno tacto rectal? Por muy borde que una se ponga al echarles e indicarles su falta, hacen caso omiso y persisten en su afán de preguntar. Y, para colmo, se quejan si no les atiendes. Está claro: ¡hay que imponer la guillotina hospitalaria!.

6 comentarios:

sole dijo...

jajajajaja, pobre Sol. Es verdad, yo los veo, aunque a m no se me ocurra hacer eso.besos

Rafa-MrMagoo dijo...

no solo en la medicina, ni en los hospitales... ya os envie el regalo de Ikea para estas Navidades.... http://i88.photobucket.com/albums/k185/rdearmas/ikea.jpg

Carmen dijo...

Yo también liquidaría a esos padre que dicen ¿es que no sé qué hacer con mi hijo? (de 6 años), es que no puedo con él. A los impertinentes que sólo se acuerdan de recordarnos todas las vacaciones que tenemos y que nunca se acuerdan de nosotros cuando nos pasamos horas corrigiendo exámenes, cuando vamos a un curso de 5 a 9 de la noche, a un congreso en un sábado o cuando el domingo por la tarde estamos preparando nuestra semana mientras ellos van al cine, se me olvidaba, ¿y cuando nos quedamos con los 25 que tienen padres que no saben qué hacer con ellos? ¡Hay que joderse!

José Miguel Díaz dijo...

Eso¡¡¡Eso¡¡¡Guillotinas por doquier...en las consultas, en las entradas al parlamento, en las oficinas del fisco...jejejejeje.
Muy bueno prima Sol.
Seño Carmen totalmente de acuerdo con tu comentario.

GPG dijo...

La verda es que cabrea. Me cabrea aún más cuando quien entra es un "compañero", que por el hecho de serlo, pisotea la intimidad del paciente en la consulta. Y eso que mi consulta (dos veces al mes) y por lo que trato con ellos, no es de las que más intimidad precisa.

Bea dijo...

Ja,ja...eso es uno d losmotivos por los q me encanta vivir en la tierras nórdicas, por mi instalaría guillotinas por doquier pero st n l parlamento