viernes, 2 de diciembre de 2011

ROSQUILLOS DE LA ABUELA


Aunque esta receta también tiene su origen en Canena, los rosquillos no los tomábamos allí sino en la granja. Nos los hacía mi abuela materna y estaban deliciosos. Afortunadamente es una receta que rinde mucho y salían un millón de tiernos rosquillos, los justos y necesarios para alimentar a toda la troupe de primos y tíos. Si no se estaba al tanto, con el buen saque de estos últimos, una podía no llegar ni a las migas. Era buena idea interrumpir la lectura, principal causa de distracción en mi caso, para pulular por la cocina y vigilar los progresos en su elaboración. Si se abusaba de esta táctica se corría el riesgo de, o bien terminar castigada sin probarlos, o bien que la enganchasen a una para realizar faenas domésticas. ¡Menos mal que también se  podía espiar desde el patio y, en caso de ser detectada, se disponía de una buena vía de escape! Pese a la cantidad, nunca podían estropearse ni endurecerse ya que desaparecían ese mismo día. No los he probado tan buenos como estos en ninguna otra parte. Son un poco engorrosos pero merecen la pena.

ROSQUILLOS DE CANENA (de la abuela y la tita Carmen)

INGREDIENTES
Por cada huevo:
Zumo de media naranja
Ralladura de limón
1 cucharadita de canela molida
1 sobre doble de gaseosa (a ellas les gusta las de la marca "El Tigre", que los deja muy huecos, tiernos y evita que la masa quede apelmazada)
4 cucharadas hondas  de aceite desahumado con cáscara de limón (enfriado)
1 pizca de sal
2 cucharadas de leche
3 cucharadas de azúcar con colmo.

Harina (poco a poco, nada más la que admita pero sin que la masa se ponga dura)

ELABORACIÓN
Batir todos los ingredientes y añadir la harina progresivamente hasta que tome un poco de consistencia pero siga blanda la masa.
Engrasarse las manos con lo que haya sobrado del aceite desahumado.
Hacer unos roscos finos (luego crecen y si son muy gruesos no se esponjan bien ni se cuecen del todo por el centro)
Escurrir en papel absorbente
En caliente: pasarlos por azúcar.




2º RECETA DE ROSQUILLAS

Esta otra receta es similar y también sale bastante buena. Es de una compañera de trabajo de mi madre, de cuando yo aún era colegiala, así que también forma parte de la cultura "vintage".  Algo menos esponjosos que los de mi abuela, para el que le gusten las rosquillas un poco más crujientes. Es cuestión de probarlas para elegir entre ambas.


INGREDIENTES
1 huevo
Aprox 3/4 kg harina
Zumo de un limón y ralladura de medio
1 cucharadita de canela molida
1 cucharadita de bicarbonato
8 cucharadas hondas  de aceite desahumado con cáscara de limón (enfriado)
1 pizca de sal
1 taza de leche
8 cucharadas de azúcar con colmo.
ELABORACIÓN
Batir el huevo en una fuente honda. Añadir las 8 cucharadas de aceite y luego el azúcar y la leche. Se echa el limón y la ralladura, la canela, el bicarbonato y la sal.
Se va añadiendo la harina progresivamente según se remueve la mezcla, que se vaya incorporando bien hasta que no se pueda mover con la cuchara. Se amasa entonces con las manos hasta que tome consistencia, aunque no demasiada. La masa no debe quedarse dura. Es mejor tener que ponerse un poco de aceite desahumado en las manos para evitar que se pegue a los dedos y evitar que se queden secos y harinosos.
Hacer unos rosquillos finos (luego se hinchan al freírlos)
Freír en abundante aceite de oliva bien caliente. Sacar a papel absorbente.
Antes de que se enfríen, pasarlos por un plato con azúcar.

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