sábado, 1 de septiembre de 2012

Fahrenheit 451

"After the storm" ( Jimmy Lawlor)
Ray Bradbury (1920-2012) , es uno de los genios de la literatura de nuestro tiempo. Amante de los libros desde su infancia, época en la que acudía a diario a la biblioteca a sumergirse entre las páginas y permanecía allí durante horas, escribió Fahrenheit 451 en una máquina de escribir alquilada ubicada en el sótano de una de biblioteca. Según sus propias palabras fue un mago el que le abrió la puerta que le llevó a convertirse en escritor. Dedicado a la escritura durante 69 años, se dedicó a ello hasta el final de sus días. Cuando le preguntaban, se definía a sí mismo como un hombre feliz (sinceramente, no me extraña). Esa felicidad queda plasmada en su estilo cuidado, muestra de su aprecio por la riqueza de la lengua, aparentemente sencillo, de ritmo homogéneo, que no monótono, que fluye de línea a línea y que se disfruta tanto al leer como el autor al escribir.

Clasificado dentro de los autores de ciencia ficción, en realidad su obra va mucho más allá que el imaginar un futuro en este u otros planetas. Su futuro se cimenta en un profundo análisis de las debilidades y la fuerza de la humanidad y del individuo, de sus virtudes y sus vilezas. Sin embargo, lejos de resultar filosófico, sus novelas enganchan desde la primera palabra. Sus historias son tan ágiles como impredecibles. Su uso del lenguaje es tan fantástico como sus argumentos. Sus libros se devoran, del mismo modo que hacían las llamas con los clásicos universales en su novela más conocida: Fahrenheit 451. En él refleja la lucha por destruir las ideas, por manipular el pensamiento de las masas aborregadas. Una lucha cuyo enemigo reside en las estanterías de las bibliotecas, y en cuyas batallas se encuentra con la resistencia de una minoría que pretende pensar por sí misma y que se empeña en preservar las palabras de los grandes autores.  ¿Por qué?

En palabras de este gran autor:

"...en los libros. Y, por primera vez, me di cuenta de que había un hombre detrás de cada uno de ellos. Un hombre tuvo que haberlo ideado. Un hombre tuvo que emplear mucho tiempo en trasladarlo al papel."

(Sobre el fuego) "Su verdadera belleza es que destruye responsabilidad y consecuencias. Si un problema se hace excesivamente pesado, al fuego con él."

"El sol ardía a diario. Quemaba el Tiempo. El mundo corría en círculos, girando sobre su eje, y el tiempo se ocupaba en quemar los años y a la gente, sin ninguna ayuda por su parte."

"Hay un tiempo para todo. Sí. Una época para derrumbarse, una época para construir. Sí. Una hora para guardar silencio y otra para hablar. Sí, todo. Pero, algo más. ¿Qué más?"

Un libro sobre gente que ama los libros. ¿Cómo no sentirse identificada?

PS: Tiene una pequeña continuación en uno de los relatos que conforman "Crónicas marcianas" (otra obra para disfrutar)

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