sábado, 14 de abril de 2012

Canciones para enfrentarse al día


Tengo un oído musical pésimo y no llevo radio en el coche. Me gusta conducir en silencio y escuchar las ideas que se me ocurren en el trayecto pero, ocasionalmente, me apetece algo de música. Afortunadamente voy sola y, si se me antoja, puedo cantar a pleno pulmón sin molestar al resto de los viajeros. Por supuesto, ni se me ocurre abrir la ventana, no vaya a provocar algún accidente cuando el resto de los conductores traten de huir, en estampida, de mi desentonada voz.

Mucha gente canta para acompañar la radio del coche o, a lo mejor, les pasa lo que a mí, que parece que llevan una pero en realidad son ellos los que hacen mentalmente la selección musical del momento y se ahorran anuncios, comentarios e insufribles canciones comerciales, de esas que taladran las neuronas, y que no resultan nada agradables de escuchar.

Hay varios temas que utilizo para mejorar mi humor, especialmente si noto que ese día no me he levantado con buen pie. Los interpreto tan sumamente mal que no puedo por menos que reírme. La risa es contagiosa y consigue despejar malos humos. Os dejo algunos vídeos, bien cantados por sus intérpretes, de mi selección (no pensaba torturar a nadie con mis versiones).




Con el siguiente tema comprobaréis que, para no tener ni voz ni oído musical, a solas me atrevo a cualquier cosa y disfruto enormemente con ello. Mi terrible "éxito" al perpetrar la impresionante aria consigue hacerme reír y me reconcilia con el mundo y con las pirulas de los descerebrados o de los que aún no se han despertado y conducen como zombis. Y no es la única canción lírica que ataco, la pobre Traviatta también se encuentra en mi repertorio.

El efecto calmante de la música mal interpretada hace que sea una lástima que el hospital no tenga un rincón insonorizado en el que soltar algún alarido de vez en cuando. Una visita diaria a ese refugio me ayudaría a mantener la calma de manera más eficaz que un mes de meditación y terapia de paciencia con unos famosos monjes de un monasterio en las Alpujarras al que, en alguna ocasión, mi enfermero de quirófano ha amenazado con mandarme.

3 comentarios:

Pacuelo dijo...

Hermana, nos alegras la mañana, solo pensar en la imagen de tú cantando y soltando algún "KU" sola en el coche, y la cara de la gente que se dé cuenta de lo que está pasando pensando..."esta tía está loca"

Fran y Javier dijo...

Fran y yo pensamos que deberías colgar alguna versión "grumpy" ¡Imagina que se acaba esta pertinaz sequía! Con cariño desde BCN

Miguel Angel dijo...

Podrías soltar alaridos en la cabina de audiometrías, que está bastante aislada.