viernes, 13 de julio de 2012

TARTA FRÍA DE QUESO

Esta tarta es muy fácil, está buenísima y presenta las ventajas de no necesitar horno, ni tampoco llevar huevo, lo que la convierte en un postre idóneo para preparar en verano sin calentar toda la casa al cocerla y sin tener que preocuparse por el riesgo de intoxicaciones porque se estropee. La trajo una de las auxiliares del hospital por su cumpleaños y, pese a llevar chocolate blanco en su composición, en sustitución del azúcar, nos encantó a todos. La capa de queso es muy cremosa, tanto que se deshace en la boca. Nuestra imperdonable pausa de media mañana, en medio del fragor de la consulta, nos sirve no sólo para recobrar fuerzas, sino también hacer acopio de ánimos con los que continuar (especialmente cuando se trata de un viernes tras una guardia). Estos pequeños homenajes contribuyen a que recibamos al paciente con una sonrisa, aunque a algunos les despidamos con otra aún mayor.

TARTA FRÍA DE QUESO

BASE
Medio paquete de galletas María o Digestive y 60 gr de mantequilla light. Otra opción es un paquete de Chips- Ahoy, así sin más, porque con el chocolate que llevan no necesitan mantequilla y, tras pulverizarlas, quedan con la consistencia perfecta para hacer de base.
Triturar las galletas hasta hacerlas migas.
Mezclar con la mantequilla blanda y extender sobre el fondo de un molde. Dejar que se asiente.

RELLENO
2 sobres de cuajada
250 ml de leche desnatada
150 gr de chocolate blanco (se puede usar leche condensada en su lugar, incluso de la desnatada para que hacerla más baja en colesterol)
500 gr de queso Philadelphia Light

Calentar la leche, cuando hierva retirar del fuego y desleír el sobre de cuajada. Añadir el chocolate hasta que se derrita. Por último, mezclar el queso y batir.
Verter sobre la base. Dejar asentar en la nevera antes de poner la cobertura.

COBERTURA
La tarta de queso admite múltiples opciones para adornarla, desde mermelada casera, cualquier fruta fresca con gelatina (la que pongo en este caso), cobertura de chocolate, frutos secos o, simplemente, unas virutas de chocolate rallado. En este caso pongo la opción de fruta con gelatina de moscatel, que además de ser algo original, combina muy bien.

Fruta (bien escurrida para que no suelte agua)
Gelatina de moscatel : 70 cc moscatel, 70 cc de agua y 70 gr azúcar. Calentar hasta disolver el azúcar. Deshacer 3 placas de gelatina neutra o agar-agar.
Repartir la fruta sobre la superficie de la tarta. Bañar con el preparado líquido de gelatina. Dejar enfriar hasta que se solidifique.

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