viernes, 22 de febrero de 2013

Cócteles de Oporto

Durante nuestro viaje a Lisboa nos pasamos una tarde por Napoleao, una tienda de vinos tradicional, de esas de toda la vida, antigua y con solera, y también bastante conocida. Descubrimos que practican una táctica mercantil infalible: agasajan al cliente como a un rey mientras le emborrachan, muy poco a poco, a base de catas. Empezaron por darnos a probar una buena serie de oportos, de diferentes edades y añadas. Una vez confirmada nuestra buena disposición al negocio, ampliaron la oferta a otros vinos portugueses igualmente deliciosos. Entre cata y cata, y también durante ellas, nos contaron un montón de datos curiosos e interesantes sobre cada vino que probábamos: historia, procedencia, cambios recientes, evolución esperable...

El vino de Oporto surgió al buscar una forma de transportar el vino hasta Inglaterra sin que se estropease por el camino. La idea fue la de añadirle un poco de cognac. Además de mantenerse durante el transporte también ganó en graduación y consiguió numerosos adeptos (entre ellos nosotros, ¡pobre víctimas de amables vendedores sin escrúpulos!). Por eso la mayoría de las bodegas aún pertenecen a los ingleses. Entre historia e historia, sorbíamos nuestros vasitos que nos rellenaban continuamente con nuevas sugerencias para que pudiésemos apreciar y comparar mejor sus cualidades. A lo largo del proceso de cata todas nuestras capacidades se vieron seriamente mermadas, sin duda la que se resintió en mayor grado fue nuestra capacidad de resistencia ante dependientes engatusadores. Acabamos llevándonos bastantes más botellas de las que habíamos pensado inicialmente. Eso sí, son encantadores y la compra no nos pesó en absoluto (entre otras cosas porque nos enviaron las cajas directamente a Madrid). Salimos de allí no sólo satisfechos, sino la mar de "contentos".

La enfermera de quirófano que me dio la receta del Aji de gallina me comentó que había estado de  vacaciones en Portugal y que durante su estancia había descubierto la cocina portuguesa. Tanto le había gustado que, armada de insistencia (en ese aspecto el quirófano supone un gran entrenamiento, con frecuencia hay que buscar el instrumental hasta debajo de las piedras antes de que esterilización, que había negado categóricamente el tenerlo en su poder, lo encuentre casualmente entre las cajas "traspapeladas o no entregadas") y escudada tras su mejor sonrisa, había sonsacado hasta a los camareros más reticentes para hacerse con sus recetas favoritas, no sólo de guisos sino también de bebidas. Una vez que los secretos de generaciones habían dejado de ser tales, han pasado a convertirse en material apto para compartir en el blog, con instrucciones detalladas.

En torno a los cócteles se mueve toda una cultura. Algunos llevan el nombre de la persona que solicitó por primera vez una determinada combinación, y al insistir en ocasiones sucesivas, al igual que James Bond con sus Martinis "shaken, not stirred", fijó las proporciones de la receta. Un ejemplo de esto es el Negroni italiano. Además, tan importante como la preparación es la forma de servirlos: el tipo de hielo y, muy especialmente, el objeto en el que se vierten. Vaso o copa, tamaño y forma dependerán de los ingredientes, de las reacciones entre ellos (pueden aumentar de volumen) y del grado de gasificación. Al igual que los matraces de un laboratorio hay que contener la mezcla dentro del recipiente y, aunque el humo puede resultar estéticamente deseable, se debe evitar a toda costa que se derrame en cascada por los bordes. 

En estas recetas figuran las marcas de Oporto favoritas de mi fuente (tras una amplia degustación se quedó con Sandeman y Offley). Las tónicas constituyen un mundo aparte, en expansión como el universo. Personalmente ese refresco no se cuenta entre mis bebidas favoritas, aunque no sé si en la combinación con el Oporto mi gusto cambiará. Las escogidas por ella fueron la Schweppes finger and cardamomo, Schweppes pimienta rosa, Fever Tree Mediterranean y la Fever-Tree.

Y ahora, por fin, aquí van las recetas (que transcribo textualmente).Todos los cócteles están bajo el nombre por los que se les conoce en Portugal, excepto el último que lo bautizó ella, en Portugués, en honor a las vacaciones que estaban disfrutando.

CÓCTELES DE OPORTO

PORTONIC
Se utiliza vaso "long drink"
Aromatizar el vaso con 1/2 rodaja de limón o lima.
Poner 3 cubitos de hielo.
Añadir 1/3 de vino "Ruby Porto Sandeman".
Añadir 2/3 de tónica Fever-Tree.

CIPIPORTO
Se utiliza un vaso "Old fashionad"
Colocar 1 lima partida en 1/
1 cucharada de azúcar.
Con el "muddler" del mortero presionar la lima hasta que suelte el jugo y se mezcle con el azúcar.
Llenar el vaso de hielo picado.
Añadir 60cc de Vino Oporto Ruby Porto Sandeman.


PORTO ROSE
Se utiliza un vaso "long Drink".
Caramelizar 1/2 rodaja de naranja.
Añadir 3 cubitos de hielo.
Añadir 60cc de Vino oporto Ruby Sandeman.

Á vossa!
FERIAS 2012
Se utiliza vaso "Tumbler"
Se pone en el vaso y 1 rodaja de jengibre y con el "muddler" del mortero presionar para que suelte jugo y retirar la rodaja.
Añadir una ramita de romero y realizar la misma operación.
Añadir 1 rodaja de limón y repetimos el presionarla.
La ramita de romero y el limón se mantienen en el vaso, no se retiran.
Añadir 1/3 de vino de Oporto Apitiv, se trata de un vino blanco de Sandeman.
Añadir 2/3 de tónica Fever Tree.
Nota: En este cóctel se puede sustituir el jengibre por Tónica Schwepps pimienta rosa o por la Schweppes finger and Cardomomo.

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