miércoles, 28 de agosto de 2013

Blogaholism

Al abrir un blog no se tiene ni idea de que éste es capaz de cobrar vida propia. Supongo que habrá algunos que partan de un proyecto bien definido pero, en los casos que no sucede así, una no se imagina, ni remotamente, en lo que se convertirá. La acción de sentarse a escribir ejerce un poder semejante al del psicoanalista sobre su paciente y, entrada a entrada, salen los misterios ocultos en el subconsciente. Aflora lo bueno y lo malo, en un proceso más o menos terapéutico que engancha. En ocasiones esa adicción sería subsidiaria de precisar tratamiento pero el "blogaholism" no está catalogado como enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas del blogaholism? Se podría considerar que hay dos criterios mayores para su diagnóstico. El primero es la fiebre por escribir que lo convierte no ya en un placer necesario sino prioritario. Escribir es respirar, es mucho mejor que hablar porque permite reflexionar y expresarse con precisión. El segundo es el de darse cuenta de que se mira el mundo a través de los ojos del blog. Se analiza cada detalle y se escriben mentalmente entradas sobre los diferentes encuentros y sucesos que se producen a lo largo del día. Todo lo que es digno de ser registrado, y parte de lo que no, ha de ser guardado en el blog.

Es posible que otro criterio sea cuando en el blog se manifiestan, casi sin querer, sentimientos, pensamientos y emociones que jamás se habrían expresado en voz alta y menos aún en público. Se asoman entre las palabras, al principio más tímidamente para luego liberarse sin complejos. Ahí quedan, para bien o para mal, expuestos a los halagos y a las críticas. Aprender a aceptar ambos forma parte del papel constructivo del blog.

PS: No soy la única bloguera que padece de blogaholism. Me hizo gracia descubrir esta declaración de Roger Ebert en relación al mismo tema mientras escribía esta entrada (casualidades). Es otro afectado, a pesar de que en su caso cuenta con la excusa de estar operado de suelo de boca, lo que no le permite hablar con claridad:
Mi blog se convirtió en mi voz, mi vía de escape, mi medio de comunicación de un modo que nunca pude ni tan siquiera soñar. En él volqué mis penas, aspiraciones y recuerdos. Algunos días me encontraba poseído. Los comentarios eran una forma de evaluación que nunca había tenido, comprendí mejor y más profundamente a mis lectores. Hice amigos de red, una idea de la que me mofaba. La mayoría de la gente escoge escribir un blog, yo lo necesitaba. No pretendía que derivase en una autobiografía pero al escribirlo se genera una "marea" que te arrastra en ese sentido... 
(My blog became my voice, my outlet, my ‘social media’ in a way I couldn’t have dreamed of. Into it I poured my regrets, desires, and memories. Some days I became possessed. The comments were a form of feedback I’d never had before, and I gained a better and deeper understanding of my readers. I made ‘online friends,’ a concept I’d scoffed at. Most people choose to write a blog. I needed to. I didn’t intend for it to drift into autobiography, but in blogging there is a tidal drift that pushes you that way...)

1 comentario:

Manolo Torres dijo...

Hola Sol, realmente has descrito de manera magnífica lo que nos pasa a muchos de los que estamos en esto. me identifico totalmente con lo que expresas en tu texto. En mi caso no sólo es el texto, sino también las imágenes, en las que también intento expresar parte de mis inquietudes y muchas de mis sensaciones.
Magnífica entrada, Manolo.