martes, 9 de diciembre de 2014

La esclavitud como prueba

Aunque en España hay más bares por habitante que en ningún otro país del mundo, encontrar un trabajo en restauración no es sencillo. Un título de cocina en una buena escuela no sirve de mucho. Las empresas se resisten a hacer contratos indefinidos por lo que, tras un periodo de prácticas de entre seis a doce meses, da comienzo un nuevo periplo de entrevistas y entrega de curriculum.

El abuso en algunas de estas supuestas entrevistas es indignante. En la cafetería del mismísimo Bernabeu no les basta con la experiencia ni las recomendaciones sino que al candidato le hacen una prueba profesional en el momento, por supuesto no remunerada. Con esa técnica no es preciso contratar personal, ¿para qué? si disponen de un esclavo a diario.

La susodicha prueba se desarrolla, sin previo aviso, en plena hora punta, de las 12 de la mañana a las 5 de la tarde. Al entrevistado le hacen entrega de un delantal y de unos guantes y ponen a su disposición todo tipo de instrumentos de limpieza, primero, y de cocina después. La primera parte del examen es una cuestión de higiene y consiste en hacer lo que nadie quiere: limpiar campanas, extractores, planchas y baños. Tras ese rato llega la hora de la comida y el esclavo asciende de rango, lo que no significa que tenga derecho a almuerzo. Se necesitan manos en la barra para montar bocadillos y servir bebidas, preparar cafés, recoger platos y vasos, fregarlos sobre la marcha y tenerlos de nuevo listos para albergar más comida y bebida y evitar que decaiga el ritmo.

El turno no termina sin dejarlo todo impecable. Hay que demostrar que se sabe recoger, colocar y ordenar y que uno no se cansa nunca de limpiar y que, además, es resistente a la hipoglucemia y no le importa no haber probado bocado desde el desayuno, antes de salir de casa.

Los examinadores no desean que nadie piense que la empresa ha abusado del aspirante. Al despedirle valoran la labor realizada y, en agradecimiento por las cinco horas de su tiempo, le hacen entrega de 20 euros, supongo que de propina. Le prometen que ya le dirán algo y que, aunque les ha gustado mucho, aún no pueden tomar una decisión porque hay que comprender que no sería justo, todavía les queda gente por entrevistar.

7 comentarios:

ELVIRA dijo...

Pues una caída en plana tarea, sin graves consecuencias, claro, y se les cae el pelo por tener gente allí trabajando sin estar dada de alta, además de la indemnización....

Anónimo dijo...

Menos mal que le dieron 20€ y no veinte latigazos. Estas cosas seguirán pasando mientras no se equilibre la oferta y la demanda de empleo y eso está muy leeejos.

Un beso JMD.

Perri M. dijo...

No entiendo cómo seguimos cayendo en estas trampas. ¿por si acaso nos dan trabajo? Maldito trabajo uno en el que nos humillen. Antes prefiero pedir a la puerta de la iglesia. Por favor, no sigamos haciéndoles el juego a empresarios rastreros. Dignidad. Este tipo de pruebas de selección de personal no nos van a llevar a ningún sitio.

Sol Elarien dijo...

El problema es que saben lo mala que es la situación y que son ellos los que tienen la sartén por el mango. Abusar de esta manera me parece una falta de ética. Debería darles vergüenza, aunque no parece que conozcan el significado de esa palabra.

Anónimo dijo...

Sí, exactamnente 20 euros Sol.
Hoy día en la hostelería no buscan a grandes cocineros, de grandes ideas y ambición (a no ser que estudies en la famosa escuela de hostelería "Lee cordon blue" donde solo la matrícula costará 15.000 euros) hoy buscan a cocineros que primero sepan llevar un office, sepan como limpiar un horno y si te da tiempo ayudar al cocinero veterano a hacer bocadillos, hamburguesas en una plancha, raciones, tapas, todo esto en hora punta y una cosa fundamental, que tengas al menos 3 años de experiencia sino "abtenerse a la oferta".
A pesar de todo esto, se sale con ilusión y eso no te lo quita nadie aunque te digan lo de siempre, "nos has gustado, ya te llamaremos".

Muchas gracias Sol por participar en mi indignación.
Un beso.
kika

Yo misma dijo...

Pero qué triste es todo a veces...

Rafa-MrMagoo dijo...

Conozco personalmente al dueño de esa "cafeteria-restaurante" (menudo personaje!), es el mismo que me ofreció un trabajo a mi hace menos de 3 meses, tiene "otros negocios" además del de restauración. En mi caso, por ir a trabajar, en periodo de prueba, debía pagarme todos los gastos y hacerme autónomo (si yo ya soy autónomo, pensé, a atarme los cordones todavía llego.) Resultado: ir a trabajar me costaba entre 400-500 € mes (dependiendo de los desplazamientos) y el salario, al menos los primeros meses y hasta la venta del primer producto era..... sorpresa.... 0 €.
Ojalá hubiese sabido que ibas a esa entrevista/prueba Kika, te habría recomendado ni acercarte, aunque espero la experiencia también te sirva de algo.